Las toxinas producidas por diversas especies de mohos pertenecientes al género Alternaria, conocidas como toxinas de Alternaria spp., causan graves enfermedades en varios cultivos, incluyendo cereales, semillas oleaginosas y frutas.
Estos hongos afectan el rendimiento de las cosechas, así como el almacenamiento y transporte de los vegetales.
La mayoría de las especies de Alternaria tienen la capacidad de producir una variedad de metabolitos secundarios que pueden influir en la patología vegetal, así como en la calidad y seguridad de los alimentos. Aunque se han identificado más de 70 toxinas de Alternaria, solo algunas han sido completamente caracterizadas.
Entre las toxinas más estudiadas en alimentos se encuentran:
- Alternariol (AOH)
- Eter monometílico de alternariol (AME)
- Altenueno (ALT)
- Ácido tenuazónico (TeA)
- Tentoxina (TEN)
En 2022, la Unión Europea publicó la Recomendación (UE) 2022/553, que establece niveles indicativos para estas toxinas. Además, los países miembros comenzaron a controlar la presencia de AOH, AME y TeA, especialmente en productos transformados como tomate, pimentón en polvo, semillas de sésamo, semillas de girasol, aceite de girasol, frutos de cáscara, higos secos y alimentos a base de cereales para lactantes y niños pequeños.
La siguiente tabla resume los niveles indicativos establecidos por la UE para las toxinas de Alternaria.
CIATI ha implementado una metodología para analizar estas micotoxinas utilizando cromatografía líquida acoplada a espectrometría de masas (LC-MS/MS), logrando cumplir con los niveles indicativos establecidos por la UE para diversos alimentos.
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